sábado, 2 de febrero de 2019

A VECES, SE PUEDE DISFRUTAR INTENSAMENTE DE LOS CAYOS SIEMPRE Y CUANDO NO SE TRATE DE LOS OTROS CALLOS


El pasado fin de semana, a unos cuantos días de haber iniciado el nuevo año 2019, Cristy, mi linda esposa a lo largo de ya 58 añitos y yo, nos organizamos una pinta.

Con toda intención no le quisimos decir a nadie de la parentela sobre nuestro plan porque estábamos seguros de que se iban a oponer a nuestro plan, "por lo peligroso de la carretera y porque ya estás muy grande para manejar y sobre todo ese auto tan pequeño y tan correlón", etc. etc...........asi es que como dijo Pedro Infante: pa'delante.  Así fue que decidimos hacerlo y lo hicimos dentro de la más completa discreción. 

Eran las doce del medio día, nos montamos en el precioso Mazda que con motivo de mi cumpleaños 86 en el pasado mes de Agosto me obsequiaron espléndidamente mis queridos hijos Mauricio y Esperanza.

Se trata de un automovil Mazda de dos plazas, blanco y para completar descapotable y con una máquina muy respondona. 




La verdad es que se me pasaron cuatro meses pensando en el día adecuado para hacer un paseo fuera de Miami y ese día por fin había llegado.

Se trataba de un esplendoroso día, lleno de sol y de vivos colores. Colocamos en la cajuela una pequeña maleta para sobrevivir un par de días y después de comprar un buen bloqueador, arrancamos nuestro paseo.

Decidimos tomar hacia el Sur de la Florida con la intención de llegar hasta donde se acaba el territorio, asi que nuestro destino era Cayo West, en gringo: Key West, que nos quedaba a unas cuatro horas. Nos cubrimos del sol, yo con una gorrita y Cristy con un sombrerito a la Kim Novak y comenzamos a disfrutar de un paisaje tras otro. 

El día realmente esplendoroso, el cielo no podía ser más azul; las nubes nos iban ofreciendo distintos cuadros de acuerdo a sus distintas formas. Así fue que recorrimos un buen número de millas de la magnífica carretera disfrutando de los paisajes que nos regalaba el mar y los complementaba el cielo. 

No tardamos mucho en pasar por la famosa Isla Morada recordando los agradables momentos que tiempo atrás disfrutamos con Gabriel jr., Loren y su familia. Así, seguimos avanzando disfrutando de los comentarios que nosotros mismos hacíamos de lo que ibamos descubriendo.    

Por fin llegamos al famoso puente de siete millas de largo y construido sobre el mar. La verdad es que no todo es contar con el dinero para hacer una obra de esa magnitud. Se necesitan conocimientos, capacidad, preparación y decisión para realizar una obra de ingeniería civil de ese alcance.

Cuando recorrimos ese larguísimo tramo hicimos comentarios recordando la película del impresionante actor austriaco Arnold Schwarzenegger en la que se libra una verdadera batalla precisamente en ese puente, testimonio de los resultados de la buena aplicación de la ingeniería civil.

Por fin y después de esa experiencia y siendo ya las cuatro de la tarde, arribamos a nuestro destino final, esa isla situada en el punto meridional conocida como Cayo West (Key West), que se encuentra en el punto más cercano a la isla de Cuba, solo a 90 millas, mar de por medio.

La impresión que nos dió este lugar fue muy positivo. Se trataba de una simpática ciudad que además ofrecía al turista muchos puntos interesantes para ser conocidos por los visitantes. 

Nosotros, a bordo de nuestra nave cruzamos la población con la idea de llegar directamente a nuestro Sheraton Hotel, donde nos registramos, dada nuestra previa reservación ubicándonos finalmente en la habitación número 150. 






En seguida y aprovechando la tarde, abordamos uno de los autobuses del hotel que hacen un recorrido de rutina apegados a un horario y un recorrido preciso y puntual al servicio de sus huéspedes. Dejamos el autobus en una simpática placita a la orilla del mar llamada Mallory Square en donde se encontraba el restaurante de comida del mar Conch Republic Seafood. 

Desde luego que no nos hicimos del rogar, ingresamos, nos instalamos y nos dimos el gusto de consumir unos muy buenos platos.

Cuando salimos de ese restaurante, después de caminar por un rato, abordamos nuestro autobus hotelero y volvimos al Sheraton para tomar nuevamente nuestro auto y asi, descapotado y disfrutando de una fresca tardecita peinamos la ciudad en los mas variados sentidos y rutas para volver ya por la noche para cenar y luego descansar.

Al día siguiente, después del desayuno, abordamos nuestro autobus particular y volvimos a la ciudad. Esa mañana fue de caminar y caminar. Por cierto que ahí nos sucedió algo increíble. Al ir por la banqueta nos cruzamos con dos señores que venían en sentido contrario y pensando que ahí vivian, nos dieron confianza para preguntarles por la casa del expresidente Harry S. Truman. Entonces uno de ellos preguntó si yo (Gabriel) era profesor porque tenía la idea de que me conocía, luego vió a Cristy y de pronto expresó y con mucho gusto: Ya se de donde los conozco!, yo sabía que los conocía, ustedes estuvieron invitados en el programa de TV de Jaime Bayly!! y a la vez le contaba a la persona que iba con él sobre los pormenores de esa entrevista en la tv de Miami. 


Llegado el momento, volvimos al hotel, checamos, cargamos nuestro equipaje abordamos nuestro noble y ágil carrito y volvimos a tomar la carretera pero ahora de regreso a casa. Eran las dos de la tarde. Estábamos muy satisfechos de nuestro paseo. La verdad es que no tuvimos ningún contratiempo, todo resultó bien.

En nuestro recorrido con rumbo a casa, otra vez en la famosa Isla Morada, hicimos escala para comer en el restaurante World Famous Isla Morada Fish Co., en donde en otras ocasiones nos habían invitado Gabriel y Loren y ahí, otra vez más a la orilla del mar, disfrutamos de una exquisita comida y de muy buena atención. 

Ya satisfechos de semejante banquete y de la espléndida tarde, volvimos a tomar camino y al fin y al cabo llegamos a Miami y en un rato más a nuestra querida y confortable camita. 

Solamente para concluir....Gracias a Dios que nos permitió ir y venir con bien; Gracias a la vida que como dice la canción: que nos ha dado tanto y gracias a nuestro pequeño auto que nos llevó, paseó y regresó con mucha efectividad y todocon un solo tanque.

GABRIEL Y CRISTY.             

martes, 17 de abril de 2018

EL PALACIO DE COBIÁN

     Este histórico Palacio de Cobián se localiza en la avenida Bucareli entre las calles de Atenas y General Prim, justo a un paso del famoso reloj Chino de Bucareli,  en la Colonia Juárez de la Ciudad de México.

     En ese terreno y sus alrededores existían las instalaciones del depósito de los tranvías que cubrían la ruta México-Tacubaya-Mixcoac.

     El Palacio fue construido en 1903 por el Ingeniero Civil Rafael García Facio en un terreno denominado “Potrero de la Candelaria Atlampa” ubicado al poniente de la Calzada de Bucareli y con una superficie de 543 varas cuadradas que son resultado de 22 varas de Sur a Norte por 24.6 varas de Oriente a Poniente.

El Palacio de Cobián en 1903    

     La propietaria original del terreno fue la señora Nicolasa Díaz de Borges hermana del General Porfirio Díaz  quien lo había adquirido el 18 de noviembre de 1887 por la suma de doscientos pesos.
Este terreno colindaba por el lado Sur con la casa del renombrado arquitecto y escultor Manuel Tolsá que tantas y magníficas obras hizo en la ciudad de México. (Seguramente por un error, en los registros de esas propiedades aparece como Mariano Tolsá, pero si le dan los créditos por sus obras en la ciudad).    
        
     Al fallecer intestada la señora Díaz de Borges lo adquiere por adjudicación su sobrina  Luz Díaz Rincón Gallardo quien por ser menor de edad y encontrarse bajo la patria potestad, es representada por su padre el General Porfirio Díaz.

     Para entonces, el terreno ya había aumentado en sus dimensiones y por tanto también había subido considerablemente su valor a dos mil ochocientos cincuenta y dos pesos.

     Después de unos años, Luz Díaz Rincón Gallardo vende la propiedad que ya había aumentado a 604 m2  a su pariente Porfirio Díaz hijo,  en la cantidad de Diez mil pesos, operación asentada en el Registro Público de la Propiedad el 24 de abril de 1902 ante el Notario Gil Mariano León.  

A partir de aquellos días, el predio o finca sigue sorteando operaciones, adjudicaciones y las más diversas maromas entre diversos personajes, entre ellos los señores Mariano Yañez y Félix Cuevas.

     Quien resulta ser el último propietario de esa finca, es el señor Roberto G. Kirckland quién por fin en el mes de septiembre  de 1906 vende a a don Feliciano Cobián y a su esposa Doña Rosalía Fernández de Cobián,  la propiedad en donde actualmente se encuentra la Secretaría de Gobernación, en la cantidad de $ 90,000.00 según consta en el registro del 24 de noviembre de 1906 y que posteriormente fue valuada en $ 120,000.00

     El origen de haber impuesto el nombre de El Palacio de Cobián se debe a que don Feliciano Cobián en esa época, era un comerciante renombrado, apegado a los usos y costumbres de la pompa y del lujo del porfiriato, no podía ocultar que disfrutaba de una mansión de finas líneas arquitectónicas en que se apreciaba el confort, amplitud, belleza y boato de las grandes mansiones de aquella época, que era muy usual que estuvieran ornamentadas con vitrales, muebles y cortinajes traídos de los más diversos rincones del orbe.

     Don Feliciano Cobián transmite la propiedad al señor Gabriel Fernández Somellera en la cantidad de $ 860,000.00 en el año de 1908 parte de la finca que finca al oriente con la calle de Bucareli, al norte con una calle privada, al sur con la calle de General Prim y al poniente con la 3ª. calle de Limantour que posteriormente llevaría el nombre de Abraham González.

     En 1910 pasó a ser propiedad del gobierno federal encabezado por don Porfirio Díaz y el ministro Limantour asignándolo temporalmente como residencia de la embajada de los Estados Unidos de Norteamérica y posteriormente, en 1911 convirtiéndose a partir de esa fecha en la sede oficial de la Secretaría de Gobernación.

En el Palacio de Cobián, la Embajada de los Estados Unidos, (1910)
     Pasando los años, durante el sexenio del presidente Echeverría fui invitado por la Oficialía Mayor de la Secretaría de Gobernación para colaborar en el mantenimiento y mejoras del referido Palacio de Cobián. Por encargo especial del señor Oficial Mayor se proyectaron y construyeron dos fuentes que se localizan en ambos flancos en el área jardinada y frontal a Bucareli.

La fuente al frente y en el lindero Norte en construcción,                                                                     al fondo, la casita adquirida para instalar la Cibernética
La fuente al frente y en el costado Sur colindando con la calle General Prim    

El surtidor de cada una de las fuentes    

La placa conmemorativa 1975    
     Se instaló un elevador en el área que ocupaba el Diario Oficial; se hicieron mejoras en el Salón Juárez; en la Sub Secretaría a cargo del Doctor Sergio García Ramírez y se complementó la imagen de las fachadas exteriores colocando en cada esquina y puntos sobresalientes del edificio unos remates de cantera gris en forma de copón que también se incluyeron en las nuevas fuentes cuidando la armonía con la ornamentación original en sus cornisas, capiteles, basamentos y molduras.


Esculpiendo los copones de cantera    

Mejoras en el histórico Salón Juárez    

El Secretario Moya Palencia y un servidor visitando las obras    
Se colocó un Copón de cantera en cada punto importante de la fachada    

El viejo Palacio de Cobián luciendo sus coponesremates en el perímetro de su azotea    
     Por esos días, la Secretaría de Gobernación adquirió una casa de dos niveles con el propósito de agregarla al conjunto existente en Bucareli e instalar ahí los equipos correspondientes a la Cibernética que estaba apenas dándose a conocer.

     El problema que se presentó fue que esa bella casa ya había sido mutilada y muy lastimada en su fachada frontal pues a base de unas criminales demoliciones lograron un par de locales para instalar ahí algún sucio negocio de venta de partes de automóviles y de composturas de llantas.

Tapiando lo anterior y rehaciendo la fachada    
     Para tener una idea de lo que debíamos hacer para restaurar esa lastimada fachada recurrimos a la hemeroteca para lograr a base de las fotografías publicadas con motivo del funeral del llamado Conde don Feliciano Cobián al día siguiente de su deceso.

     Ahí en las fotos del reportaje publicado por los periódicos, en una fotografía en donde se ve a través de los finos cristales del carruaje fúnebre tirado por dos caballos llevando en su interior el ataúd con los restos del señor Cobián saliendo por la puerta de Bucareli, se ve perfectamente como había sido la fachada de la casa vecina antes de ser mutilada. Eso me fue muy útil para hacer la restauración.

La lastimada fachada volvió a ser como fue muchos años antes    
     Más tarde, en el sexenio del presidente José López Portillo, se adquirió la propiedad adjunta al Palacio de Cobián y que se localiza en la esquina de Bucareli y Atenas y en ese punto se construyó el nuevo edificio de la Secretaría de Gobernación pero conservando el anterior que ya estaba convertido en histórico.

     Como un dato interesante digno de comentar y en relación con ese viejo edificio que ocupó la Secretaría de Gobernación,  en ese histórico el escritorio del titular de esa dependencia,  ejercieron el mando de gran responsabilidad los Secretarios:  Miguel Alemán Valdés, Adolfo Ruíz Cortines, Gustavo Díaz Ordaz, Luís Echeverría y fue precisamente Echeverría con ese su extraño estilo de ejercer su posición, quien acabó con esa costumbre nombrando como su sucesor a José López Portillo que era Secretario de Hacienda, sin preparación para ser y sin el necesario e importante equipo que le respaldara.. El Pueblo todo, todo México, sabía y deseaba que el siguiente presidente fuera y fue pero sin ser, el Secretario de Gobernación: Mario Moya Palencia.

Pero como dice el popular dicho:
Lo siento Margarito.  

     En el siguiente sexenio a cargo de José López Portillo se contó con el dinero suficiente para construir un nuevo edificio para la Secretaría de Gobernación en la misma calle de Bucareli precisamente en la esquina con la calle de Atenas y justamente frente al famoso Reloj Chino.

El nuevo edificio de la Secretaría de Gobernación,                                                                          atrás, por el lado izquierdo el Palacio de Cobián
     En ese edificio, los diseñadores también incluyeron los remates en el perímetro de su azotea y como dijo quién sabe quién:

SUFRAGIO EFECTIVO NO REELECCIÓN. LA SOLUCIÓN SOMOS TODOS, JUNTOS PODEMOS, MÉXICO,… MÉXICO,… Rá, Rá, Rá…